martes, 14 de septiembre de 2010

El Ego

Mientras transitamos por esta vida física debemos afrontar todo aquello que manifiesta el ego que hemos creado, de no saberlo manejar sufriremos las consecuencias que ello genera y afectara nuestro crecimiento, especialmente el espiritual, Debemos estar atento a como se manifiesta nuestro, ego, como lo hemos venido alimentando y empezar a trabajar sobre él a fin de que no obstaculice nuestra verdadera autenticidad.Jorge Olguín nos aporta sobre el ego, como la idea que cada uno de nosotros tiene de sí mismo. Es decir, que el ego no constituye más que una idea, una ilusión, pero una ilusión que ejerce gran influencia. Nadie ha visto al ego. Se trata más bien de un fantasma que aceptamos que controle nuestra vida. El problema es que mantener esta ilusión puede impedirle conocer su verdadero yo, su esencia espiritual.Para el ego, el momento presente apenas existe. Sólo considera importantes el pasado y el futuro. Esta inversión total de la verdad explica por qué, en la modalidad ego, la mente es tan disfuncional. Siempre está tratando de mantener el pasado vivo, porque ¿quién serías sin él? Y se proyecta constantemente hacia el futuro para asegurarse la supervivencia y buscar en él una sensación de liberación o satisfacción. Dice: «Algún día, cuando haya ocurrido esto, lo otro o lo de más allá, estaré bien, en paz, seré feliz.» Incluso cuando parece que el ego está en el presente, no ve el presente: lo percibe equivocadamente porque lo mira con los ojos del pasado. O reduce el presente a ser un medio para un fin, un fin que siempre reside en el futuro proyectado por la mente. Observa tu mente y comprobarás que funciona así. El momento presente contiene la clave de la liberación, pero no puedes encontrar el momento presente mientras seas tu mente. El Ego es carencia, que indica que nos hace falta algo, que tenemos razón de ser, sin saber que el Ser no lo indica una convicción sino más bien una actitud, y para llegar a ésta debemos pasar por situaciones no tan fáciles, reflexivas y por lo demás sanadoras, pero al fin y al cabo paradójicas e inexplicables hasta que uno decide y lo aceptas. En realidad, el problema no radica en el cuerpo, tomando como cuerpo, lo físico, lo tangible, radica “en la mente” es el problema de la culpa y nuestra culpa es una defensa en contra del amor que en realidad somos.
Sustituimos la culpa de nuestros Egos, que hemos hecho realidad, por lo real de nuestra identidad como espíritu, la cual la chispa de divinidad que poseemos nos lo recuerda constantemente, pero el Ego se encarga de decirnos que no es así, háblale a esa esencia divina y pídele que te aclare tus pensamientos. Recuerde siempre esto, los errores se corrigen.Por su parte, uncaminohacialaluz.blogspot.com, nos indica, que el Ego está reflejado en la expresión «YO TENGO» mientras que el Espíritu lo está en la expresión «YO SOY» .«YO TENGO» significa posesión, control, seguridad, pasión, soledad, envidia, poder, reconocimiento, avaricia y lástima. “YO SOY” significa Amor (incondicional), Fé, confianza, desprendimiento. Ser Feliz significa vivir en el YO SOY y comprender esto es despertar.Pero si estamos dormidos caemos en el autoengaño de creer que ser feliz es alimentar nuestro Ego.
Definitivamente qué estamos haciendo con respecto a él. Recuerde lo que indica Olguín, que hay que resistir el hábito de permitir que el ego domine nuestra vida. Cuanto más nos resistimos a permitir que nuestro ego sea quien controle nuestra vida, más pronto se llenará el espacio que antes ocupaban las exigencias de nuestro falso yo.Además tenga presente, que el ego es una disposición del pensamiento errónea que intenta presentarle como a usted le gustaría ser, en lugar de cómo es en realidad.


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