El Adviento es un tiempo de reflexión sobre la venida de nuestro señor Jesucristo. Es también un tiempo de espera, de esperanza y de alegría. El tema central de Adviento es el gran amor de Dios, quien envió a Su único Hijo para que diera su vida por nosotros los pecadores, los que nos habíamos apartado de Dios y de Su pacto. Por la Ley sólo habíamos logrado merecer el castigo divino, pero ahora a través de Jesucristo, el amor genera perdón y reconciliación con el Creador de los cielos y de la tierra.
En esta época del año utilizamos una corona llamada "corona de adviento" hecha de ramas verdes que simbolizan la esperanza en la venida de Cristo al mundo. el circulo de la corona es símbolo de la eternidad, porque no tiene principio fin, así como Dios que no tuvo principio ni tendrá fin.
Las cuatro velas que se colocan alrededor, significan la luz que disipan las tinieblas del pecado, son tres de color morado, que hablan del deseo de conversión y una rosa que habla de la alegría vivida con María, por la inminente llegada de Jesús.La vela blanca del centro es la Luz de Jesús que con su nacimiento, viene a iluminar definitivamente la vida del hombre.
Es una costumbre que reúne a la familia, pues es allí en donde se sugiere la celebración. La familia unida hace una oración en torno a la corona, con alguna meditación alusiva a las lecturas dominicales; se enciende una vela cada semana cantando algo que hable de la espera del Salvador. La noche del 24 de diciembre con las cuatro velas encendidas, se enciende por último la vela blanca cantando villancicos y se "acuesta al niño Jesús" en el nacimiento, como de costumbre, desde luego después de haber leído el Evangelio del relato del Nacimiento en Belén y de haber hecho una reflexión y oración todos juntos. Generalmente en los templos se reparten hojas con oraciones sugeridas para esta celebración.
En esta época del año utilizamos una corona llamada "corona de adviento" hecha de ramas verdes que simbolizan la esperanza en la venida de Cristo al mundo. el circulo de la corona es símbolo de la eternidad, porque no tiene principio fin, así como Dios que no tuvo principio ni tendrá fin.
Las cuatro velas que se colocan alrededor, significan la luz que disipan las tinieblas del pecado, son tres de color morado, que hablan del deseo de conversión y una rosa que habla de la alegría vivida con María, por la inminente llegada de Jesús.La vela blanca del centro es la Luz de Jesús que con su nacimiento, viene a iluminar definitivamente la vida del hombre.
Es una costumbre que reúne a la familia, pues es allí en donde se sugiere la celebración. La familia unida hace una oración en torno a la corona, con alguna meditación alusiva a las lecturas dominicales; se enciende una vela cada semana cantando algo que hable de la espera del Salvador. La noche del 24 de diciembre con las cuatro velas encendidas, se enciende por último la vela blanca cantando villancicos y se "acuesta al niño Jesús" en el nacimiento, como de costumbre, desde luego después de haber leído el Evangelio del relato del Nacimiento en Belén y de haber hecho una reflexión y oración todos juntos. Generalmente en los templos se reparten hojas con oraciones sugeridas para esta celebración.
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