lunes, 4 de octubre de 2010

El Ojo de Horus

Era para los antiguos egipcios un símbolo protector, mezcla de ojo humano y halcón peregrino. Los antiguos egipcios incorporaron este elemento mágico a la navegación, tanto en el Nilo, como en el Mediterráneo, pintando dos ojos gemelos pero independientes, a proa en las bandas, tanto para barcos que transportaban reyes y divinidades como para viajes particulares y de carga, usándolo también, a veces, en remos. Son varias las versiones del mito, una de ellas cuenta que son los ojos de Dios. Desde esa época primordial es usado como el más potente amuleto contra el mal de ojo, que hace bajar la vista al que viene con influencias negativas.
Símbolo del poder de lo eterno, de lo infinito, de la fuerza y la sabiduría. Se usó en el Antiguo Egipto como talismán, representando al equilibrio e invocando la protección contra energías negativas, desgastadoras y oscuras.
El ojo sagrado utilizado en los ritos funerarios, esculpido y pintado en joyas, sarcófagos y templos era un poderoso amuleto capaz de despertar al difunto como hizo con Osiris, de alejar influencias maléficas o de actuar con significado de ofrenda.
Horus es representado como halcón u hombre con cabeza de halcón, con la corona Doble. También como un Sol con alas de halcón, sobre las puertas y en las salas de los templos. A Horus se le consideró iniciador de la civilización Egipcia.

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